sábado, 14 de noviembre de 2015

CUENTO DE TERROR

                                                        UNA NOCHE ESCALOFRIANTE

                                                             AUTOR: Donato Battista



               Era una noche de esas tan lluviosas y ventosas, que ni siquiera los árboles querían vivirla. Los susurros de esa fuerte ráfaga decían cosas. Eso lo pudo comprobar Juan, que sentía cómo le soplaba en la cara. A eso de las once de la noche se cortó la luz. Juan, con velas prendidas, sufría del miedo que le producía vivir en aquel terrorífico escenario.


               No sabía dónde se hallaba, la pequeña llama del candelabro, que había encontrado en una mesa, le hacía difícil la tarea de inspeccionar el "castillo" donde se había refugiado de semejante tempestad. No había sido acertada la idea de salir a caminar esa noche.

               De repente, sus pensamientos se vieron interrumpidos por un estrepitoso ruido, que hizo que su corazón empezara a latir con más rapidez cada segundo que pasaba.
¿Eran cadenas que estaban rechinando al otro lado de la puerta? ¿O era todo producto de su imaginación? No lo descubriría si no se animaba a abrir ¡ESA PUERTA! Cuando la abre encuentra una ventana que se golpeaba al ritmo del viento. Respirando con cierto alivio, se acercó para cerrarla y tropezó con algo. Alumbra con el candelabro y descubre que es un cuerpo sin vida, con seis puñaladas en la espalda.

               Intento de escapar pero los nervios le jugaron una mala pasada y no podía escapar. Sentía pasos que se le acercaban. No lo podía creer. ¿Quién sería? El solo veía dos cuerpos el de él y el del cadáver.

               Juan no sabe cómo hacer para salir más rápido de ese lugar, está transpirando, temblando de miedo, sollozando para no ser escuchado, cuando de repente se sienta… Estaba en su habitación despertando de una terrible pesadilla, hoy que festejará con sus amigos la noche de brujas. Cuando se tranquilizo prendió la luz y se corto. “Lo que ve es el candelabro que nunca había visto en su escritorio. Y la pesadilla vuelve a comenzar…”