Blancanieves y sus contratiempos
Había una
vez una chica que estaba re buena y se llamaba Blancanieves. Cuando era una
nena, su mamá se murió en un accidente doméstico: una noche mientras dormía, se
cayó de la cama golpeándose mortalmente la cabeza. Al poco tiempo su padre se
volvió a casar con una vieja malvada que tenía un espejo mágico al cual todos
los días le preguntaba:
-Espejito
espejito, ¿quién es la más bonita?
Tú, mi
ama, si eres una diosa...
Un día,
la vieja malvada preguntó quién era la más bonita del reino. Pero esta vez el
espejo había elegido a Blancanieves. Como consecuencia, ella llamaría a sus
sirvientes para que la mataran y como prueba pidió su corazón. Ellos invitaron
a la pobre e indefensa Blancanieves a tomar un fernet envenenado, pero en el
camino, tomaron conciencia y le contaron los planes de la malvada vieja y la
dejaron escapar, porque pensaban que no debía ser asesinada por ser tan buena.
Mientras escapaba encontró una casita. Entró. Había siete platos con comida,
siete camitas para dormir, un plasma de 60 pulgadas, la play 4 y el fifa 16;
empezó a jugar y una hora después, llegaron los enanitos. Le preguntaron quién
era y por qué estaba allí. "Mi nombre es Blancanieves y escapo de mi
malvada madrastra que me quiere envenenar", respondió.
Ella les
preguntó si podía quedarse como hermana y todos saltaron de alegría. De haber
sabido cuáles eran las intenciones de esa hermosa chica, no hubiesen aceptado.
Nunca los trato como hermanos sino como esclavos; Blancanieves se negaba a
limpiar la casa y se la pasaba todo el día tirada en el sillón comiendo,
mirando televisión y jugando a la play.
Un día
llegó una señora muy vieja que vendía pochoclos con azúcar, que no era tal,
sino veneno con colorante. Mientras los saboreaba, cayó al piso, pues la
vendedora no era otra que su madrastra, quien fue riendo a carcajadas. Los
hermanos enanos respiraron aliviados al verla muerta, pero rápidamente se
entristecieron. Entonces fabricaron una caja de cristal donde la pusieron. En
ese momento pasó un príncipe caminando, quien la vio, le dio un beso y la
despertó.
Finalmente,
planearon la boda y terminaron viviendo todos felices y comiendo perdices.
Muy bien, Donato!
ResponderBorrar